Al ingreso, de los pacientes se anotaban en unas listas para tener constancia de los mismos. Se anotaban los alimentos y medicamentes que se les debía suministrar a cada uno de ellos.
La jornada de los médicos comprendía:
- Por la mañana, la visita de los pacientes, seguido de la prescripción de los medicamentos.
- Por la tarde, nueva visita a los pacientes, seguida de tres horas de clase para los alumnos que frecuentaban el hospital.
El más nombrado de los hospitales de El Cairo fue el Bimaristan Mansuri, fundado por Mansur Ala'wun, quien utilizó restos un palacio del siglo X para levantarlo en 1248. Este hospital tenía una enorme capacidad, podía llegar a albergar a 8.000 personas, hombres y mujeres. Los pacientes se distribuían por salas según el padecimiento que les afectaba. Poseía depósitos enormes destinados a víveres y farmacia. Las salas estaban atendidas día y noche por personal auxiliar de ambos sexos. En su interior se encontraba una mezquita y una biblioteca destinada a los pacientes y a los médicos en formación.
De la Granada nazarí (España) conocemos dos hospitales. El primero el Maristan, fundado por Mamad V entre el 1365 y el 1367, se supone que estaba destinado a enfermos mentales. El segundo, llamado de Moriscos, albergó a toda clase de enfermos y tras la conquista de Granada se convirtió en Leprosería, más tarde, tras la expulsión de los moriscos en 1568, se destina a pobres y vagabundos.
Los hospitales islámicos se construían cerca de las mezquitas, esto tiene una similitud con los hospitales cristianos. Por la ausencia de clero en la religión islámica, se propició la presencia del personal sanitario.
También, como ya hemos dicho, había bibliotecas, se daban sesiones clínicas y científicas, en esto se adelantaron varios siglos al modo de aprendizaje de occidente.
Se separaba a los pacientes por enfermedades, circunstancia que supuso un importante adelanto en el campo de la asistencia como se ha demostrado posteriormente.
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